Al bebe le gusta jugar en el agua. Manifiesta una mayor concentración y dedica tiempo mayor a observar las cosas que lo rodean.
Sonríe frente a un espejo, por lo cual, es un juguete ideal para esta etapa. También volverá la cabeza ante un sonido y moverá piernas y brazos para lamar la atención.
El bebé controla perfectamente la cabeza tanto cuando se lo incorpora cuando se lo hamaca. Su cabeza ya no se balancea.
El bebé descubre los dedos de los pies y aprende a llevarse un puño a la boca. Todo lo que encuentra acaba en su boca, su principal órgano de exploración. Trata de buscar objetos grandes con las dos manos y tomará objetos con la parte de su palma correspondiente al meñique. El bebé tratará de tomar todo cuanto esté a su alcance.
El bebé comienza a manifestar cierta timidez frente a extraños, apartando el rostro y el cuerpo. Sin embargo, le sonreirá a las personas que le son familiares. Sabe comunicarse a través de:
1. El llanto
2. Pequeños ruidos
3. Expresión facial
4. Gestos corporalesSabrá distinguir entre una voz amable y una enojada y reaccionará de forma diferente si a la sonrisa y al enojo.
Es importante estimular la atención del bebé. Imitar los sonidos que él emite, cambiar el tono y la intensidad de la voz, resultan estímulos adecuados en esta etapa.
Es adecuado presentarle a las personas extrañas que va conociendo.
Es fundamental llamarlo por su nombre para que vaya tomando conciencia de sí mismo.
Los juegos de escondidas (aparezco y desaparezco) resultan muy divertidos para el bebé de cinco meses.
Mecer al bebé ayuda a que pueda estabilizar su cabeza.
Vigilar la seguridad de los juguetes, hay que recordar que todo es llevado a la boca por el bebé.
Es interesante ofrecerle papeles para arrugar: el bebé lo disfrutará mucho.