La llegada de un bebé a la familia suele ser un momento de intensa alegría. Sin embargo, esta pequeña vida que se integra a las rutinas es una personita que demandará toda nuestra energía y las mejores intenciones pueden verse invadidas de ansiedades y temores.
Madres y padres, especialmente siendo primerizos pueden sentirse desbordados ante la enorme responsabilidad y el importante desafío que supone atender las demandas de un ser de apariencia tan frágil y a la vez, tan lleno de vida.
Pero es bueno conservar la calma, porque nada es imposible.
Al principio, será difícil interpretar lo que el bebé necesita No será fácil adaptarnos a los tiempos del bebé, a sus rutinas y exigencias. Sin embargo, con el paso de los días, se irá construyendo, indefectiblemente un delicioso vínculo que facilitará, sin lugar a dudas, la colosal tarea de ayudar al niño a crecer y a desarrollarse.
Muchos son los productos que existen en el mercado para el cuidado de bebés. Elegir estos productos y saber cuándo y cómo usarlos es parte de las tareas que deberán enfrentar los padres. La mayoría de las veces, estos artículos resultan de gran ayuda para satisfacer las necesidades de bebés y padres. Pero absolutamente nada podrá reemplazar el afecto y las caricias, que no pueden comprarse en ninguna tienda...