El bebé comienza a comprender su propio cuerpo: mira y mueve sus dedos a voluntad. Responderá a los estímulos externos con una serie de movimientos de la cabeza, de la boca, sonrisas y ruiditos cuando se le habla. También reaccionará con movimientos del cuerpo.
El bebé ya puede sostener la cabeza sin dificultaes cuando está boca abajo y también cuando se lo incorpora o se lo sienta. La cabeza prácticamente se le cae muy poco.
Como ha desparecido el reflejo prensil, el bebé se interesará en examinar su manos abiertas. Puede sujetar un sonajero si se lo ayuda e incluso hasta pordrá sosternerlo unos instantes.
El bebé vuelve la cabeza cuando reconoce la voz que se dirige hacia el. Habitualmente responde con una sonrisa. Expresa satisfacción claramente, riendo, pateando y agitando sus brazos.
Qué se estimule su sentido de humor con risas y pequeñas bromas.
Los juguetes didácticos de colores brillantes, con formas y texturas variadas, resultarán muy atractivos para el pequeño y le permitirán ejercitar la manipulación.
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