Problemas para amamantar

Es frecuente, sobre todo en madres primerizas que amamantar al bebé no resulte una tarea armoniosa. La mejor manera de sobrellevar estos primeros contratiempos es tener en cuenta que son normales y que pueden ser superados fácilmente.

El bebé está aprendiendo a mamar y la madre está aprendiendo a amamantar. Ambos deberán reconocerse y comprenderse lo cual siempre lleva algún tiempo. En todo caso, la opinión del pediatra siempre puede ser un buen referente.

Rechazo del pecho

Puede suceder que el recién nacido no succione muy vigorosamente durante las primeras 24 o 36 horas. Esto no debería ser preocupante a no se que continúe ocurriendo más allá del tercer día de vida. En este caso, dos causas deberían ser evaluadas:

1.El pecho puede tapar las fosas nasales de bebé, por lo tanto hay que procurar apartar el pecho de la cara de bebé, exactamente por encima de la aréola.

2.El bebe podría tener la nariz tapada, en ese caso es imprescindible consultar al pediatra.

Pero si no existe un motivo evidente para que el bebé se niegue a comer, es posible que se trate simplemente de que se encuentra molesto. Un bebé que ha llorado mucho (por hambre u otro malestar,como haber sido cambiado mientras tenía hambre) puede ser que se encuentre demasiado estresado para tomar el pecho. Para calmar a un bebé perturbado es aconsejable abrazarlo con firmeza y hablarle dulcemente con un tono sereno. No tiene sentido intentar alimentarlo antes de que se halla calmado.

Si ha retrasado la hora del amamantamiento, al bebé le puede resultar difícil tomar el pecho, se trata de ser paciente y perseverante. Se debe consultar con el pediatra si estas situaciones son recurrentes. Pero, en cualquier caso y en la medida de lo posible, deberían evitarse los biberones complementarios de leche de fórmula, ya que la leche materna es mucho más conveniente.

Succión consuelo

La mayor parte de los bebés disfrutan con el simple hecho de succionar el pecho materno, independientemente si esta succión les provee alimento o no. La madre siente cuando la succión no está alimentando al bebé puesto que la leche del seno se ha acabado y el bebé no trata leche. No debería ser motivo de preocupación que el bebé continue succionado unos minutos más luego de haber sido alimentado, pero esto deberá evitarse cuando los pezones están lastimados dado que comprometería el futuro de la lactancia natural. El bebé toma la mayor dosis de leche durante los primeros 3 a 5 minutos de la mamada, luego, la cantidad de leche decrece.

Sueño durante el amamantamiento

Puede ser que el bebé se quede dormido mientras succiona. Lo importante es asegurarse de que el pequeño toma leche suficiente de al menos un pecho. Lo más probable es que si se duerme mientras es alimentado este significa que está satisfecho y se siente bien. Aunque los bebés prematuros deben ser despertados para insistir en la alimentación, ya que suelen dormir mucho. Si el bebé se queda dormido, entonces, es conveniente despertarlo luego de media hora e intentar alimentarlo con el otro pecho, si tiene hambre se despejará y completará la mamada.

Molestias al amamantar

Es posible que el bebé no se concentre en la alimentación o que no parece satisfecho. La razón puede ser que no reciba la suficiente leche, lo cual finalmente puede irritar los pezones. En este caso deberá consultarse al pediatra y revisar la posición para amamantar y la técnica de amamantamiento.

por Grace