La leche materna es el alimento perfecto para los bebés porque contiene todos los nutriendes que el bebé necesita y en la dosis exacta. Las ventajas son numerosas y muy concretas:
Los bebés que se alimentan a pecho, suelen sufrir menos de gastroenteritis y afecciones respiratorias. Esto se debe a que los anticuerpos del calostro y la leche materna se asimilan a través del torrente sangüíneo, en donde actúan para proteger al bebé de las infecciones.
La leche materna se digiere más fácilmente, aunque las deposiciones despues de las primeras semanas son escasas ya que la digieren tan completamente que los residuos son mínimos.
Los bebés alimentados a pecho son menos propensos a sarpullidos producidos por el pañal.
Los bebés alimentados a pecho, suelen dormir más y tienen menos gases. La predisposición a la regurgitación es menor.
Para la mamá, alimentar al bebé a pecho, más allá de sus innegables beneficos psicólógicos, una vez superadas las dificultades iniciales, alivia mucho el trabajo: no es necesario esterilizar mamaderas ni comprar equipos especiales. Por otra parte, amamantar ayuda a la mamá a recuperar la línea que quizá peridió durante el embarazo ya que favorece la pérdida de peso. Incluso, la oxitocina, hormona que estimula la proucción de leche, favorecerá a que su útero vuleva a su estado previo al embarazo. Además, la leche de materna ¡es gratis!
Toda mujer está en condiciones de amamantar... no deje de intentarlo.
A menudo, cuando la mamá se ve en la obligación de ausentarse, la extracción de leche de los senos, resulta un buen truco para no interrumpir la alimentación a pecho. Esto trae importantes beneficios nutricionales para el bebé y debería alentarse su práctica. Alimentar al bebé con mamaderas de leche materna, resulta muy simple cuando el pequeño queda a cargo de otra persona en la casa (ya que las mamaderas pueden dejarse preparadas en la heladera) pero también es posible recurrir a esta forma de alimentación cuando la mamá necesita dejar a su bebé en una guardería. Muchos jardines maternales colaboran con las mamás en la tarea de alimentar a los pequeños con leche materna, lo cual facilita la construcción del vínculo familiar entre la mamá, el bebé y el jardín.
Es un mito afirmar que la extracción de leche es dolorosa para la madre. Cuando la estimulación es adecuada, los senos producen la cantidad de leche necesaria y la extracción se realiza rapidamente, y sin inconvenientes para la mamá. El sacaleches es el recurso ideal para realizar la extracción.
1.Busque una posición cómoda: evite movimientos innecesarios que podrían causarle molestias.
La extracción debe ser indolora: si siente dolor, no dude en consultar a su médico. Esto no debe suceder en condiciones normales.
Estar relajada la ayudará a realizar la extracción más facilmente.
Si nota la mama endurece, coloque paños calientes o tome una ducha tibia, esto la ayudará a que la leche baje más rapidamente.
Refrigere siempre la leche. En la heladera, puede conservarse por 24 hs. En el freezer, hasta seis meses. Si coloca mamaderas en el freezer, no olvide rotular la fecha de extracción.
Utilice siempre recipientes limpios y herméticos para guardar la leche. No use vidrio si planea freezar la leche porque podría romperse.
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