Leche de fórmula

Existen en el mercado amplia variedad de leches de fórmula para pebés, todas son enriquecidas a fin de que sean lo más parecidas posibles a la leche materna, incluso se añade también vitamina D y hierro, cuyos niveles son bajos en la leche materna.

La mayoría de las leches de fórmula están basadas en leche de vaca pero también se consiguen otras a base de soja para los bebés con intolerancia a la lactosa. Algunas se consiguen en forma de polvo, pero también las hay fluídas.

La leche de fórmula lista para usar (fluída) en algunos mercados puede conseguirse en latas o biberones instantáneos que han recibido un tratamiento de esterilización. También se comercializan en cajas de cartón pequeñas. Estos productos deben ser conservados en lugares frescos hasta la fecha de vencimiento que indica el envase. Una vez que el envase es abierto, la leche se conserva tan solo 24 hs en la heladera/refrigerador.

La leche de fórmula en polvo, más económica, resulta especialmente conveniente en situación de viajes. En este caso, la preparación debe realizarse según las precisas instrucciones del fabricante, lo cual asegurará su calidad. Es un error creer que poner un poco más de polvo hará a la leche “mas nutritiva”, porque en síntesis, al bebé le estará faltando la cantidad de liquido que necesita para estar adecuadamente hidratado. Del mismo modo, si la cantidad de polvo es inferior a la indicada, el bebé no recibirá las grasas y nutrientes que necesita para desarrollarse.

por Grace