El bebe siempre toma el alimento necesario para satisfacer sus necesidades. Si el bebé no quiere comer, es porque no lo necesita. Así, habrá días que no comerá casi nada y habrá otros en los que comerá mucho.
Para tomar una dieta equilibrada, el bebe deberá comer alimentos de todos los grupos en proporciones adecuadas. Pero esta observación debería realizarse respecto a una semana y no a un solo día. Lo importante es que el bebé tenga acceso a una variedad de alimentos lo suficientemente amplia como para poder elegir: no podrá optar por lo que no esté a su alcance.
Los dos grupos más importantes son los hidratos de carbono, luego frutas y verduras. Y finalmente, los alimentos ricos en proteínas como carne, legumbres y lácteos. Azucares y grasas deberían representar la menor proporción de la dieta del bebé.