Mucho se habla de estimular la lactancia materna, mucho se habla de la importancia de la alimentación a pecho, pero muy poco del momento y el modo en que esta debe ser dada por finalizada.
A medida que el bebe crece, este necesita cada vez, una mayor cantidad de leche para mantener el ritmo de crecimiento. Pero como el estómago del bebé, solo puede aceptar una cierta cantidad de leche con cada toma, llegará un momento en que beberá el máximo posible en cada toma y ni aún así podrá obtener la cantidad de calorías que necesita para cubrir sus necesidades. Entonces, el bebé comienza a demandar más y más leche, puede exigir una toma adicional o incluso a presentar un sueño interrumplido, despertándose por la noche para reclamar una toma nocturna que antes no era necesaria. Ese momento, que varía de bebé en bebé, es el indicaod para comenzar a introducir alimentos sólidos. Hay bebés para los cuales esta instancia llega a los cuatro meses, aunque también puede ocurrir mucho más tarde, a los seis o siete meses.
Es sabido que el bebé, aunque esté preparado ya para recibir otras formas de alimentación, éste seguirá prefiriendo aquello que sabe que lo satisface: la leche materna (o en su carencia, la leche de fórmula). Para iniciar el destete, ud. deberá aceptar que el bebé está creciendo y que deberá ayudarlo a desprenderse de su pecho para ir incorporando progresivamente otras formas de alimentación. Comience a reducir la cantidad de tomas o el tiempo de las mismas. De esta manera, sus pechos también producirán menos leche y forzarán la necesidad del bebé de incorporar alimentos sólidos. Nunca obligue al bebé a tomar un alimento que no le interesa. Es importante tener mucha paciencia y estimular al bebé a probar un alimento por vez. Si el bebé lo rechaza, no vuelva a insistir con el mismo alimento hasta algunos días después.
Al tiempo, verá que el bebé habrá incorporado una buena cantidad de alimentos sólidos a su menú y ya será entonces tiempo de eliminar el pecho completamente. Los pediatras suelen aconsejar sostener la lactancia materna hasta el año de vida. Pero el momento adecuado es el resultado de un acuerdo entre la mamá y su bebé.