El nacimiento
Luego del parto, experiencia que puede ser muy agotadora o muy emocionante, la madre deberá enfrentarse con el más importante desafío de su vida: atender al frágil recién nacido. Puede que algunas mujeres se sientan realmente invadidas por una dicha extrema, pero también estarán las que se sentirán ansiosas, temerosas o inseguras, especialmente si se trata de madres primerizas. El bebé parece, en efecto, muy vulnerable y depende absolutamente del adulto que se ocupa de él.
Es importante tener en cuenta que el amor materno tiene su aspecto biológico-hormonal: una de las hormonas que estimula la secreción de leche es también responsable del instinto maternal. Sin embargo, algunas madres no experimentan de inmediato estas emociones al entrar en contacto con su bebé. A veces la razón se debe al cansancio en exceso producido por un trabajo de parto muy duro u otras complicaciones derivadas del alumbramiento. Esta indiferencia materna puede también hallar su causa en las fluctuaciones hormonales o quiza razones más complejas de índole psicológica. De todas formas, la mayoría de las madres logran establecer un vínculo tangible con el bebé dentro de las primeras 72 horas.Y sin duda alguna, el lugar en donde más feliz se sentirá el pequeño recién nacido, será allí en donda puede sentir el calor del piel materna oyendo los familiares latidos de su corazón.