La habitación del bebé

El bebé puede tener una habitación propia o compartir la suya. Sin embargo, lo ideal sería que en cuanto el bebé comience a dormir toda la noche, cuente con un espacio para él.

Disposición de la habitación

Lo mejor hora de planificar la habitación del bebe es antes del nacimiento, en verdad, cuando el bebé llega, el cansancio suele ser mucho y las demandas del recién nacido, no parecen dar tregua para ocuparse de los detalles.

La habitación debería ser fácil de limpiar, con superficies que puedan repasarse con un trapo. Los muebles no deben tener bordes ni ángulos puntiagudos. También es importante verificar que las superficies pintadas no contienen plomo ni ninguna otra sustancia tóxica.

Una realidad es que se requiere mucho espacio para para guardar las cosas que se necesitan para el cuidado del bebé. Especialmente el área destinada a cambiarlo. Este espacio, podría ser una cómoda de tapa ancha con estantes en la parte superior o tal vez, algún otro mueble fabricado a medida. Es importante que la altura sea la adecuada para que al cambiar al bebe, no tenga que forzar excesivamente la cintura, necesitará que le duela para cargar al niño. La tapa del mueble debería ser lo suficientemente ancha para poder colocar el cambiador. Es importante también que sea una superficie fácil de lavar.

Para el suelo, una alfombra lavable puede ser lo suficientemente cálida y confortable para el bebé. Aunque por cierto, lo más importante es que el piso pueda ser higienizado con frecuencia y facilidad.

Respecto a la temperatura de la habitación del bebé, es importante destacar que ésta no debería ser excesiva, una temperatura de 18°C es la ideal si el pequeño está vestido con una prenda abrigada y tapado con una manta liviana. Pero si el calor es más elevado, deberá llevar ropa más liviana.

por Graciela Paula Caldeiro