Lo ideal para bañar al bebé es una habitación bien templada sin corriente de aire y con espacio suficiente para disponer de todo lo necesario. Usted debe sentirse cómodo para manipular al bebé con segurnidad. Si es necesario se puede llenar la bañera del bebé en la cocina o en el baño y luego, si el peso lo permite, trasladarla al sitio elegido.
Una bañera de plástico es adecuada si el bebé es pequeño. Puede ubicarla en una mesa a su comodidad. Algunas bañeras y catres para el baño tiene diseños muy interesantes que facilitarán su trabajo, haciendo del baño del bebé una experiencia muy agradable.
Se utiliza el codo o la parte interna de la muñeca para sentir la temperatura del agua que debe ser tibia. Objetivamente esta temperatura es de 29,5 grados centígrados.
Antes del baño conviene limpiar la zona en contacto con el pañal y envolverlo en un toallón. La cara y las orejas pueden higienizarse con un algodón humedecido.
Antes de introducir al bebé en la bañera es conveniente lavar su cabeza. Para ello, resulta cómodo sostener al bebé con un brazo boca arriba y frotar delicadamente su cabello inclinándo su cuerpito levemente sobre el agua de la bañera. No deje de mirar a su bebé mientras realiza esta tarea.
La posición más confortable para ubicar al bebé es tomarlo por los hombros con na mano, ubicando los dedos por debajo de su axila, controlando la parte superior de su espalda. Con la otra mano, sostenga la colita y sentirá que el bebé esta totalmente seguro. Es muy sonreir a los ojos del bebé mientras es introducido en la bañera.
Para lavarlo, deje la mano que sostiene desde la axila y libere la otra. Utilice esa mano para bañarlo.
Cuando el baño ha terminado, luego de haber enjuagado bien al bebé, es conveniente retirarlo suavemente del mismo modo en que fue introducido. Para secarlo, envolverlo en una toalla tibia y frotarlo suavemente suele ser una experiencia deliciosa para el pequeño.